17 de diciembre de 2009


Querido señor presidente, salga a dar una vuelta conmigo, hagamos como que usted y yo somos dos personas normales y usted no es mejor que yo. Me gustaría hacerle algunas preguntas si podemos hablar honestamente... ¿Cómo se siente cuando ve a los indigentes en la calle? ¿Por quién reza en las noches antes de dormir? ¿Qué siente cuando se mira en el espejo? ¿Se siente orgulloso? ¿Cómo logra dormir mientras el resto de nosotros llora? ¿Cómo logra soñar sabiendo que una madre no tuvo la oportunidad de despedirse? ¿Cómo camina con la frente en alto? ¿Es capaz, siquiera de mirarme a los ojos y decirme por qué?. Querido señor presidente, ¿fué usted un niño solitario? ¿Es usted un niño solitario? ¿Cómo puede DECIR que ningún niño es DEJADO DE LADO? NO somos tontos ní estamos ciegos, están parados en sus celdas, mientras usted pavimenta el camino al INFIERNO. ¿Qué clase de padre le quitaría los derechos a su propia hija? ¿Qué clase de padre odiaria a su propia hija si fuera homosexual? Solo puedo imaginarme lo que la primera dama tiene para decir ... "Has avanzado tanto desde tu época de whisky y cocaína". Déjeme contarle sobre trabajar duro, el sueldo mínimo con un bebé en camino, déjeme contarle sobre trabajar duro, reconstruir la propia casa después de que una bomba arrasó con ella. Déjeme contarle sobre trabajar duro, hacerse una cama de una caja de cartón. ¡Usted no tiene ni idea de lo que es trabajar duro!

No hay comentarios:

Publicar un comentario