30 de octubre de 2010
Asumí que renunciar, no es más que elegir. Equivocarme es buena buena forma de aprender, y si sigo al corazón no tengo nada que perder. A cada paso surge otra oportunidad. Y ahora ves que no soy quien fui.. aquella triste y temerosa persona de ayer. He renacido para todo, y ahora guardo mi energía para aquel que crea en mí.
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